martes, 12 de abril de 2011

BAILANDO AL COMPÁS DE LA DISCRIMINACIÓN

A veces siento que cada vez nos volvemos mas pasivos, aceptando categóricamente todo lo que nos imponen, y con tal de estar allí dentro, le damos crédito a propuestas que no nos llegan del todo, que traen un tufillo sutilmente disfrazado de glamoroso, solo por el hecho de estar en el mismo sitio donde están todos; en ese pedestal de dudosas fórmulas.
Mi último viernes de junio estaba casi agonizando, la madrugada aportaba dósis de espesura, el frío literalmente "pesaba" en mi cuerpo, al salir de aquel pub instalado en la lejana avenida que conduce a la ruta.
En un momento, ya cruzando las 4 de la mañana, un pibe se acercó hacia donde yo estaba, pidiéndome una moneda, le dije sencillamente que no tenía, "¿vos viste no? Estaba bailando bien de bien, no se porque me sacaron, son unos hijos de puta" el pibe me descargó su bronca en esas palabras y se fue a la esquina de enfrente, a seguir tomando vino con sus amigos, que eran 3 menores de 20, aunque talvez había uno mas que no pude divisar, se movían en una escena tranquila, sin patear nada, sin insultar a nadie, sin gritar; esa noche me fui hasta casa pensando en que la discriminación estaba en todos lados.
En el otro rincón de la ciudad, mucho más cerca del rio y de la calle principal, hay un lugar que me divierte ver, mejor dicho la situación es la que me divierte, colas largas de personas deseosas de entrar al local bailable, que es el lugar "políticamente correcto" para que la nena vaya a emborracharse.
He visto a las chicas caminar, caminar cuadras y cuadras hasta llegar cerca al boliche, a apenas 8 cuadras, sin embargo ahí en vez de continuar caminando,(un poco mas no es nada a esa altura) se toman un taxi que las lleve hasta la puerta, es inobjetable las apariencias van ganando este partido por varios goles.
Hay que aparentar ser alguien que no sos, para ser alguien respetado en el mundillo de las apariencias.
En la puerta un gordito hace las veces de "security man" a el esta directamente supeditado el hecho de que ingreses o no al local, si a este hombrezuelo imponente, no le gusta ni tu cara ni la de tus amigos tan solo se limitará a decir "exclusivo para clientes hoy", y así se van los excluidos, con la cabeza gacha y para atrás, mientras la cola avanza y todo individuo que se baje de una 4x4 ingresa directamente, le da una palmadita en el hombro al hombre de la puerta e ingresa.
Ya adentro del local, no es gran recompensa ineludible de emociones, no pasa de ser un lugar bastante mediocre, donde la propuesta que se ofrece (básicamente siempre la misma fin de semana a fin de semana) eso sí, cuando lo que se pretende es ser top, tenés que estar allí adentro para hacerte ver un poco, y alcanzar cierta "fama social", y allí esta el error del cual nace el vaciamiento social y cultural del que muchas veces son víctimas las ciudades no tan grandes.

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