martes, 13 de diciembre de 2011

CALLE 13 ¿CONTRACULTURA MTVIANA DEL SIGLO XXI?

Quien escribe, debe aclarar antes que nada, ser un hombre casi convencido de que Latinoamérica no necesita como prioridad mas canciones "de protesta" que hablen de lo mal que lo pasan muchas personas, (realidad indiscutible) eso no quiere decir que se deben ignorar las miserias, por favor no me malentiendan, lo que estoy tratando de decir es que el arte es arte porque no es la realidad, y el gran artista es aquel que entrega sus obras desnudas, sin mostrar el esqueleto, pero a la vez dejando entrever su esencia; ¿suena complicado no? Lo es.
Recuerdo con claridad cuando escuche por primera vez a Calle 13, de manera no premeditada claro; fue en una discoteca repleta a mas no poder, con un calor asfixiante, donde todo el mundo se entregaba al baile e incluso coreaba el estribillo, la rima era bastante pegadiza y el ritmo mucho mas.
Aquella noche salí de esa discoteca convencido de que lo que había escuchado era uno de esos tantos "temas del verano", esas canciones que son como cerveza mal servida, mucha espuma pero luego desaparece todo al beberse rápido, pero no fue así, había mas.
Por casualidad llego a mis ojos un video de este grupo; estaba un lugar determinado cuando de repente veo dos tipos con la boca abierta en versión triángulo escaleno babeando mas que un perro mirando una mujer de curvas, de inmediato me imagine que se trataba de aquel grupo de las rimas fáciles.
Luego llego mi interiorización con el asunto, que al ver su efecto mayor que se estaba convirtiendo en un fenómeno social; el tipo rapado de musculosa blanca estaba acaparando todos los medios y el grupo estaba llegando a un lugar de consolidación realmente sorprendente.
Voy a tratar de quitar mis subjetivismos musicales, pero debo decir nobleza obliga que estamos ante una nueva farsa, de esas predigitadas y lanzadas desde una cálida oficina en Miami, un nuevo invento al servicio del consumo y de la industria musical, puedo estar equivocado tal vez, pero al ver tanto y tanto mensaje social, algo me comenzó a oler raro.
Hace poco "Residente" (así se hace llamar el muchacho de la musculosa blanca y la ropa de marca ADIDAS) salio a vociferar en Perú que no llego tarde al concierto porque quiso, sino porque estaba haciendo asuntos sociales y se desmarco inmediatamente de algunos artistas: "No soy ni Shakira, ni Luis Miguel ni estaba en un jacuzzi tocándome las pelotas". Parece de poca ética que si critica a alguien como hizo en el caso de Shakira, haya compartido escenario con ella un tiempo antes...
No quedan dudas de que Residente es un tipo muy inteligente y sabe como hacerlo... conoce al dedillo lo que el público necesita consumir, pero lo cual no entiendo demasiado es ese "disfraz de rebeldía". ¿Porque busca excusarse y diferenciarse de esos artistas exitosos y sin embargo sus novias son modelos? No tengo nada en contra de que el muchacho se enamore justo de una Miss universo, pero...
Hay vanalidad en las letras y por momentos hasta chorrea grasa, "A limpiar sucio" es una letra dañina y nociva para la cultura, "Baile de los pobres" es una forzada canción de diferencias sociales, sin méritos, una letra meramente plana. También hay tiempo para autoseñalarse como "la voz del pueblo" en un acto meramente exagerado, y por supuesto para hablar de los mas pequeños y desgraciados, en "Hay un niño en la calle" donde residente mete todo el armamento de la injusticia, no se si para concientizar a alguien, si para dormir tranquilo, o si para ganar mas dinero, dudo que el público de calle 13 sea el mas concientizado del mundo...
Las críticas hacia EEUU también se hacen presentes en la boca de Residente, pero sin embargo raramente no tiene ningún tipo de inconveniente ni en tocar en el país anglosajón, ni mucho menos en firmar un suculento contrato con la multinacional SONY. Pero ahí esta el hombre como un icono de ¿contracultura mtviana del siglo XXI? La música admite mezcla, y precisamente ese acto es el que le aporta mayor calidad y enriquecimiento, pero los principios no admiten mezcla, y ni siquiera el siglo en el que vivimos le debe brindar esa potestad.

jueves, 8 de diciembre de 2011

CALAMARO EN VERSIÓN SALMON IRRESPETUOSO


Cada vez que voy a un concierto de Andrés Calamaro, sucede algo particular, incluso mucho antes de que suenen los primeros acordes, de hecho sus letras usurpan el tiempo que transcurre en el camino desde mi casa hasta el lugar donde va a tocar, no importa donde toque, y no importa donde sea mi casa, eso da igual, las frases toman posesión de la mente de manera autoritaria.
Estoy convencido que a Andrés cuando va a sus conciertos le pasa exactamente lo mismo que a mi, las letras de canciones se le apoderan de su mente, lo que si ignoro es si son sus letras o son las letras de otro autores las que retumban en su cerebro. Pero es una certeza de que si son sus propios textos, uno de ellos debe ser “No se que quiero, pero se lo que no quiero, se lo que no quiero y no lo puedo evitar” (Donde manda marinero). Es que Calamaro a veces, parece ser un hombre poseído por ciertas dudas que hacen opacar las certezas que su arte brinda, esas que emanan por ejemplo cada vez que da a luz a nuevas canciones.
Cada artista tiene sus berretines, pero sucede a veces que algunos van en contra del público que es quien paga la entrada, y en cierta forma tiene un grado de soberanía relativo, allí el limite entre un transgresor y un irresponsable es territorio escabroso.
Siendo un día miércoles pude llegar a la sala del concierto justo 10 minutos antes de la hora estipulada, a una hora que no hubiese deseado llegar, ya que siempre me gusta llegar media o una hora antes y tomar algo, para ir sintiendo y palpitando el ambiente, sobre todo cuando el artista que voy a ver realmente me interesa. Es el caso de Andrés, un músico del cual me debo confesar admirador de su obra, en las cuales muy fácilmente distingo no menos de 20 canciones que me han dejado huellas.
Pero resulta que para mi sorpresa, y contraviniendo aquella costumbre de que los conciertos de rock deben tardar y empezar mas tarde de lo previsto, el concierto ya había dado inicio; una sensación rarísima se apodero de mi mente al instante; la sola suposición de que hubiera tocado mis dos canciones preferidas me atormentaba, y por eso me acerque hasta un tipo que coreaba las canciones envuelto en una bandera argentina para preguntarle cuanto hacia que había empezado el show. La respuesta me dejo helado.
El show estaba casi en el ecuador y muchas de las canciones que mas me gustan, ya se habían transformado en pasado inmediato, realmente no lo podía creer, al parecer Calamaro decidió dar inicio antes de la hora porque estaba “ansioso”, si como se lee,  así de sencillo, su aburrimiento en el camerino pudo mas que el respeto hacia su público y por tanto privo al quien el mismo llama de “el respetable” de lo que además era un show con una entrada de un precio muy elevada (costaba el doble de la media que generalmente se cobra).
Es dificil hablar de un show, cuando la primera sensación que a uno le aparece es la del mal humor, diría que de esa manera hasta se corre el riesgo de entrar en un terreno extremadamente subjetivo y por tanto peligroso, pero en realidad la subjetividad está flotando todo el tiempo en el aire, y en el rock también.
En teoría lo que AC iba a proponer aquella noche, era la presentación oficial de su último disco, y si no me equivoco apenas toco 3 canciones, lo cual es para quien escribe equivalente a una fantochada total.
Cuando un artista promociona y lanza un disco, y así llega a la gente que lo escucha y le gusta, el artista debe complacer al público pero no por un tema de cortesía o agradecimiento, sino por cuestiones... ¿legales? Si hasta el diseño de la entrada era la tapa del disco “On the rock”.
Precisamente el nombre de esa última placa es algo que al menos llama la atención, proviniendo de la misma persona que hace un día dijo que el rock debe prescindir del uso de la palabra “rock”, es una especie de contradicción gorda que una vez mas resta puntos de credibilidad.
Me niego a adular y aceptar todos los caprichos de los artistas, esto no es un tema de fanatismos, es un tema de principios, y la verdad que al público le paspa bastante esas circunstancias. Seguramente no a todo el público le molesta, de hecho me paso algo muy curiosa de una chica que me pregunto quien era el que estaba cantando en el escenario, cosa que mas que sonrojarme me dejo en alerta, el nivel de ignorancia cuando se da un concierto gratuito es de no darle cabida, pero ya cuando el espectáculo es tan oneroso, al menos da para pensar con respecto a la cabecita de la gente.
Me gustaría hablar mas de música, referirme a las canciones, a las guitarras, a las letras y a la empatía, pero me niego esta vez, voy a tratar de olvidar aquel concierto y pensar que Calamaro sabe y puede reivindicarse, porque aquella versión del salmón fue cuando menos irrespetuosa.

martes, 6 de diciembre de 2011

LOS SUAVES, UNA BANDA CONTRA CORRIENTE

Hay una frontera un tanto confusa para separar lo que es rock de lo que no es, o peor aún, de lo que pretende ser rock a base de ingredientes engañosos.
La noche del sábado dejo en mi, una de esas imágenes que seguramente quedaran marcadas en la retina, y así pasará a formar parte de un selecto grupo de sucesos que sobreviven a la pérdida de la memoria, al paso de los años y al desgaste neuronal del que somos presos varios de los seres humanos que nos movemos por la vida de una manera alternativa.
Existe a tan solo un par de calles del mar mediterráneo, en la ciudad de Barcelona, un bar con mucho rock and roll a sus espaldas, no se si hace falta aclarar que el rock es un virus que trepa verticalmente, que se engancha de manera horizontal y que incluso traspasa paredes, que no conoce de fríos porque se abriga de chupas de cuero, y que ni siquiera tiene miedo de transpirar porque se regodea en clinas. En ese contexto se encuentra enclavado el Pepe`s Bar, un bar que cumple con todos los requisitos, a pesar de que los que allí hemos ido, hubieramos deseado escuchar sonar un rock and roll a tope.
En las paredes hay todo tipo de objetos, que nos hacen pensar mas que en un simple “bar”, en un “museo bar”, las firmas de las personalidades mas destacadas del rock español, pero también del rock mundial, conviven con púas, palillos y parches de bateria, entradas antiguas de conciertos míticos y discos de vinilo, en otras palabras el entorno y la cercanía existente a la mítica ex sala Zeleste le dan a ese lugar el titulo nobiliario de lugar del palo, ¿quien se lo, da el rey de España? ¿Existe tal título? Vaya preguntas, nadie que se precie de tipo espabilado podría ni siquiera planteárselas, preguntas con trampas...
El sábado pasado con mi Estrella Damm en mano y con la chupa de cuero (puesta y cerrada) para abrigarme miraba como la multitud de jóvenes se movía en la calle como hormiguitas que se desplazan. Era día de concierto de Los suaves, la banda española que poniéndome subjetivo mas sentimiento genera en sus seguidores, en todo caso todo es relativo, pero las emociones que genera las he visto en vivo y en directo varias veces y puedo dar fe de ello.
Un rock sincero y directo es la propuesta de esta banda gallega que enfoca en su líder y cantante (Yosi Dominguez) toda la devoción de su público, es una especie de mito viviente, a sus mas de 60 años la energía del directo aún parece motivarlo como el primer día, al público le gustan sus gestos arriba del escenario, le perdonan que se olvide de la letra, que cante borracho y a veces con desafines, porque Yosi es rock, el lo demuestra y rompe las barreras entre público y artista, y se inserta directo con la gente, que es su gente.
La mayoría de los artistas y músicos dicen que son muy cercanos al público, y algunos (la minoría) son sinceros y mal vistos por hablar de si mismo como estrellas absolutas (hay también de aquellos que hablan de si mismos en tercera persona). Dentro de aquel noventa por ciento que van por la vida artística haciendo creer que se deben a su público encontramos a muchisimos mentirosos, lo cual es entendible, porque la demagogia rinde, rinde en muchos aspectos sobre todo en el negocio.
Todo aquel que diga que Yosi Dominguez no es lo que vemos (que forma parte de la gran mayoría) esta equivocado y probablemente tenga problemas de sensibilidad para interpretar los hechos de la realidad.
De una camioneta blanca el hombre que le seca el sudor a sus músicos con la camiseta de su grupo, el frontman que rompe guitarras y que se tira al público cuando esta emocionado, se bajo casi corriendo como un mismo gato con ganas de salir al exterior, y le comenzó a hablar a todos los que estabamos allí presentes.
Yosi no paraba de hablar y de mirar a los ojos de la gente, no se si estaba borracho o sobrio, tampoco me interesa ni importa demasiado, el hecho es que por un momento todas las canciones que el ha escrito y que ido descubriendo con el paso del tiempo bajaron al campo real, se convirtieron en sinceras y no en poesía fría y de papel, en un punto y por graficar la sensación fue parecida a la del muñeco italiano que se transformo en hombre luego.
Letras como “Viejo” “Mi casa” y hasta la mismísima “Pardao” se trenzaron con la realidad de la noche oscura y fría, Yosi estaba feliz, el mismo es un cúmulo de sentimientos que lo manejan, no paraba de hablar, estaba entusiasmado con su viaje al Río de la plata, su verborragia gallega es algo que se nota al escucharlo, y como buen gallego al hablar muestra sinceridad y transparencia.
Los flashes de fotos no paraban de dispararse, eran como un relámpago imparable, por un momento me dio una especie de sentimiento raro, seguramente muchas personas públicas deben sentir una incomodidad con la nueva era tecnólogica que todo lo busca registrar, pero no... Yosi sabe lidiar con ese tipo de concesiones, y si todos le reclaman una foto, el solo quiere saber como había salido España en la Copa Davis (enhorabuena campeón, “You are the champions”).
En tan solo un par de minutos, fui testigo de un sobreviviente del rock, de una persona transparente, que en la vida real se muestra igual que allí arriba donde los hombres se vuelven en figuras imponentes, por eso ya con mi cerveza terminada, decidí marcharme para respetar la intimidad del hombre, espero que el hombre no se haya sentido muy agobiado, después de todo se tiene merecido el respeto.